CONDUCTIVOS
Los revestimientos conductivos son un tipo de recubrimientos de suelo diseñados para disipar o canalizar la electricidad estática de manera seguro, evitando de esta manera la acumulación de cargas eléctricas en su superficie.
Este tipo de pavimentos contiene materiales conductores o semiconductores que permiten que las cargas eléctricas fluyan a través de su superficie y se descarguen a una toma de tierra. Reduce los riesgos de descargas electroestáticas que pueden dañar dispositivos electrónicos sensibles o desencadenar incendios o explosiones en atmosferas con gases inflamables.
Este tipo de pavimento se pueden hacer con casi cualquier sistema de recubrimiento de resinas, desde una pintura hasta un autonivelante. Normalmente se añaden aditivos conductivos como fibras de carbono, partículas metálicas o compuestos de grafico para asegurar su capacidad de conducción.
Normalmente este tipo de pavimentos se diseñan con un rango de resistencia eléctrica específica que permite controlar el flujo de electricidad. Esta resistencia normalmente varía entre los 10⁴ y 10⁶ ohmios. Son valores lo suficientemente bajos como para disipar la electricidad estática pero lo suficientemente altos como para evitar la corriente eléctrica peligrosa.
Dentro de este tipo de pavimentos existen dos grandes grupos, los pavimentos conductivos que ofrecen una resistencia más baja y están diseñados para permitir un flujo de corriente directa hacia tierra y los pavimentos disipativos, que ofrecen una resistencia mayor y disipan la electricidad estática más lentamente.
En resumen, un pavimento conductivo es un revestimiento especializado para controlar y canalizar las cargas eléctricas estáticas, protegiendo equipos, productos y personas en entornos donde la electricidad estática puede ser peligrosa.
Campos de aplciación
Industrias electrónicas: Donde se fabrican o ensamblan componentes electrónicos, ya que una descarga electrostática puede dañar los circuitos.
Áreas hospitalarias: En quirófanos o laboratorios, donde el equipo sensible y los gases pueden ser peligrosos si se produce una descarga estática.
Industrias químicas y de explosivos: Para evitar que una chispa electrostática inicie una explosión o incendio.
Salas limpias: Donde la prevención de descargas es fundamental para evitar la contaminación por partículas y proteger equipos sensibles.